Este martes regresó a la acción el Tour de Francia, tras el descanso de este lunes y con nueve jornadas marcadas por las caídas a sus espaldas. Suponía, además, el primer contacto serio con la montaña de los Alpes y con la ascensión a cuatro puertos de Primera y otro de Categoría Especial, si bien el Plateau des Glieres se situaba muy lejos de la meta. Aún así, ha habido una fuga que ha intentado llegar a meta desde lejos, siempre controlada por el Sky, mientras que el grupo de favoritos apenas ha tenido incidencia y se han resuelto sin diferencias entre ellos.
Finalmente, el corredor más valiente, el francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) ha sido el que ha alzado los brazos en meta, tras moverse en el penúltimo puerto del día. Recogió los frutos a su buen trabajo y llegó a meta en solitario, con una ventaja de 1:34 minutos respecto a Ion Izagirre (Bahrain), también escapado con él en el mismo intento. El pelotón con los grandes favoritos, si bien escaso de unidades, llegó a 3:53 minutos.
En lo referente a Jesús Herrada, llegó a estar hasta el penúltimo puerto con los mejores, aunque terminó descolgándose. Terminó la etapa en el puesto 39, a 10:52 del ganador de etapa. Si bien su lucha pasa por intentar ganar una etapa, también demostró que puede tener su protagonismo en una etapa de alta montaña, aunque al final reservó fuerzas para jornadas más propicias.
En la clasificación general, el belga Greg Van Avermaet (BMC), fugado al principio de la jornada, mantuvo el maillot amarillo y supera en 2:22 minutos al británico Geraint Thomas (Sky). Por su parte, Herrada pega un buen pellizco en la general, y pasa del puesto 120 al 81. Se coloca a 45 minutos del primer clasificado.