La 13ª etapa del Tour de Francia dejaba atrás dos jornadas muy intensas de alta montaña, y pasó a tener un perfil mayormente llano, si bien había dos puertos (de 4ª y 3ª categoría) además de otras cotas no contabilizadas como puertos, pero que daba lugares a repechos que podían provocar algún que otro corte en aquellos ciclistas que no estuvieran pendientes. El pelotón, o más bien los favoritos, pareció darse un respiro respecto a las dos etapas anteriores, aunque tampoco permitieron que la fuga de cuatro corredores del día acabara cobrando una ventaja importante.
Así, siempre con una distancia controlada por el pelotón, terminaron absorbiendo al cuarteto (con un Michael Schär más combativo que aguantó hasta el tramo final de la etapa) e hizo que la etapa llegara al sprint, con el grupo de favoritos de velocistas muy reducidos tras los diferentes abandonos y fuera de control de las jornadas de montaña. Sin embargo, todavía queda gente de altísimo nivel en llegadas masivas, como el vencedor de la etapa, el eslovaco Peter Sagan (Bora), que se llevó el triunfo por delante del danés Alexander Kristoff (UAE) y Arnaud Démare (FDJ).
En lo referente al ciclista conquense Jesús Herrada (Cofidis), esta vez no tuvo el protagonismo de hace dos jornadas, aunque tampoco se esperaba debido al perfil de la jornada. Por tanto, la jornada sirvió más bien para que no gastara fuerzas innecesarias y evitar posibles caídas para llegar con garantías a jornadas más propicias a una fuga e intento de victoria de etapa. En este sentido, aguantó con el pelotón hasta los últimos kilómetros, aunque terminó cediendo 1:36 minutos en meta, en la que entró en el puesto 95.
En la clasificación general, no hay cambios y el británico Geraint Thomas (Sky) sigue manteniendo el maillot amarillo. Su compañero de equipo Christopher Froome es segundo, a 1:39 minutos, mientras que Tom Dumoulin (Sunweb) se queda tercero a 1:50 minutos. Por su parte, Herrada gana una posición y ya es el 50º clasificado, a 1:14:25 horas de Thomas.