Este pasado domingo se cerró, un año más, el ciclo de las Clásicas de las Ardenas, denominadas así por su cercanía, y que constan de reconocido prestigio y tradición, disputándose en un orden predeterminado durante una semana. Así, tras iniciar esta trilogía la Amstel Gold Race y continuar su periplo la Flecha Valona, el 28 de abril se culminó con la Lieja-Bastogne-Liega.
Esta carrera, autodenominada ‘Decana’ del calendario de clásicas internacional, conserva casi todo lo que la hace reconocible para su 105ª edición. En total, 256 kilómetros de tremenda exigencia. En la misma, el danés Jakob Fulgsang (Astaná) fue el mejor y llegó en solitario a meta, con 27 segundos de ventaja respecto al italiano Davide Formolo (Bora). El podio lo completó el alemán Maximilian Schachmann (Bora), a 57 segundos y comandando un selecto grupo de favoritos entre los que estaba el español Mikel Landa (Movistar Team), séptimo clasificado.
Por su parte, el moteño Jesús Herrada (Cofidis) realizó un magnífico papel y lideró a su equipo. Llegó a meta en el puesto 29, a 2:09 minutos y junto a su compañero Anthony Perez.