Solo un día de Tour de Francia y la exigencia ya es máxima. La lluvia provocó que la primera etapa de la grande bouclé fuera muy accidentada, con varias caídas y un asfalto muy deslizante que complicó la etapa.
La llegada en Niza tras 156 kilómetros no tuvo sorpresas, a pesar de algunas escapadas que intentaron evitar que el pelotón llegara compacto a meta. Algunos de los especialistas al sprint perdieron posiciones a lo largo del trayecto y eso dejó un grupo reducido de velocistas, entre los que se incluyó el noruego Alexander Kristoff (UAE Team Emirates), primer ganador del Tour de Francia y líder de la general. Detrás de él llegaron el danés Mats Pedersen (Trek) y el holandés Cees Bol (Sunweb).
En cuanto al moteño Jesús Herrada (Cofidis), llegó con el pelotón y a falta de tres kilómetros se dejó ir para evitar males mayores en el final de etapa. Así, a pesar de que al principio llegó con algo más de dos minutos de pérdida, finalmente se le incluyó en el mismo tiempo que el ganador debido a la norma de que en llegadas así se sitúa en el mismo tiempo a los ciclistas que llegan juntos a falta de tres kilómetros, por lo que salvó esta primera etapa accidentada.
Para este domingo, la segunda etapa tendrá montaña y contará con un recorrido de 186 kilómetros y final, otra vez, en Niza.