La localidad ha podido vivir con normalidad estos primeros días de Semana Santa, evitando las lluvias que este martes ha provocado la suspensión de procesiones en el sur de la provincia
Centenares y niños y niñas pertenecientes a las 8 hermandades de la localidad disfrutaron de la procesión de lunes santo. Padres de los pequeños cofrades, abuelos, familiares y numerosos moteños llenaron las aceras de la Calle de la Iglesia y la Calle Mayor, dejando constancia con cámaras fotográficas y vídeos de los momentos vividos, disfrutando emocionados del discurrir de la procesión, donde la imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia y la nueva talla del Cristo de la Columna fue portado por banceros y nazarenos perfectamente uniformados.
Abría la procesión la Cruz que daba paso a filas interminables de pequeños nazarenos y cofrades que eran acompañados por la banda Juvenil de la Asociación Musical Moteña y la banda de cornetas y tambores. Tras el sacerdote, la representación oficial, con los miembros de la Junta de Cofradías y las autoridades municipales.
El lunes santo se cerraba con la Solemne veneración y encendido de la candelaria de Ntra. Sra. de la Esperanza y Caridad.
Desde muy temprano la Ermita del Santo alojó a los pasos procesionales protagonistas en la procesión del martes santo que comenzó con la salida del paso de la Oración en el Huerto de la Hermandad de Jesús de Medinaceli.
Posteriormente, cruzaba el portón la cruz de guía, acompañada por varios estandartes y faroles que avanzaban por la calle San Sebastián cuando el himno Nacional volvió a sonar para anunciar la salida del Paso del Beso de Judas, Hermandad del Prendimiento.
La noche iba cayendo cuando su madre no quiso demorarse y la expectación de los cientos de vecinos iba aumentando. Virgen de la Esperanza y Caridad a hombros de sus banceras cerraba el desfile procesional acompañada por mantillas y cofrades que con devoción acompañaron a su madre en la noche en la que su hijo iba a ser entregado.
Las Bandas de Cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Mota del Cuervo y Campo de Criptana pusieron la nota musical una noche más.