Un estudio financiado por la Diputación de Cuenca muestra la historia de este tejido en la localidad que, durante el S.XVIII, fue importante por la elaboración de albornoces y, en el S. XX, se utilizó para las mantas de mulas
Mota del Cuervo ha presentado su estudio sobre la lana en la localidad. El estudio, llevado a cabo por Vestal etnografía y financiado por la Diputación de Cuenca y el Ayuntamiento de Mota del Cuervo, comienza en el siglo XV, con los primeros registro que hay en la Orden de Santiago. Mota del Cuervo es "una zona de eminente trabajo ganadero, aunque no destaque en exceso", señala Eduardo Bollo, cofundador de la empresa encargada del estudio.
Bollo también afirma que "lo interesante es que existía una dehesa, que hoy está prácticamente desaparecida, pero que es la fundación del propio pueblo, la Dehesa de La Mota".
También destaca el investigador que la lana ha sido un tejido importante para el municipio "sobre todo en el siglo XVIII, la elaboración de albornoces, que no son como nos los imaginamos ahora sino que son telas impermeables que utilizaban los pastores o los viajeros".
Una industria desaparecida por la globalización
La industria en la localidad durante el siglo XVIII era doméstica, con pequeños tejedores que trabajaban en casa. En el siglo XX sí que se hizo una industria de la lana, pero la decadencia, a nivel nacional e internacional, del tejido de lana ha hecho que la industria decaiga.
Las lanas que se empezaron a utilizar con la globalización es la de oveja merina de Australia y Nueva Zelanda, que antes eran más baratas y tenían mejor tratamiento.
Aún así, como la lana es "manchega, un poco más basta, lo fundamental en el siglo XX han sido las mantas de mula. Hay que entender que la mula antes era un elemento fundamental en todos los lugares por la importancia que tenía en la agricultura".
Posteriormente, la industria lanera pasó a hacer alfombras "pero, por lo que ha destacado a lo largo de la historia ha sido por esa prenda impermeable que es un poco la manta, que al final es similar al ese albornoz del siglo XVIII.
Mota del Cuervo, por cierto, tiene uno de los tres lavaderos de lana que todavía se conservan en España.