El francés Arnaud Demare (FDJ) se llevó la primera etapa de la París-Niza 2018, en un apretadísimo sprint que necesitó de foto-finish para decidir al ganador final en una meta situada en un repecho final con pavés. El galo aventajó al vasco Gorka Izagirre (Bahrain Merida), en un estreno de competición donde la lluvia fue la protagonista, así como una escapada de tres corredores que mantuvo en vilo al pelotón. Sin embargo, a falta de 14 kilómetros se neutralizaba esta fuga, justo cuando el pelotón iba a encarar el puerto de Meudon (3ª categoría), caracterizado por una dura rampa y con tramos de pavés. Así, Demare demostró ser el más fuerte para llevarse el triunfo.
En lo concerniente a Jesús Herrada (Cofidis), a pesar de ir bien colocado, tuvo mala suerte al sufrir una caída a escasos 3 kilómetros de meta, lo que le hizo perder tiempo en la llegada. Con la ayuda de un compañero en este tramo final para minimizar la pérdida, el corredor moteño alcanzó la línea de meta en el puesto 59, a 59 segundos del vencedor. Por su parte, José alcanzó el final de etapa en la posición 83, a 1:38 minutos.
Este lunes regresa la competición, con 187.5 kilómetros hasta Vierzon y será el único día llano, donde le viento será el mayor peligro. El martes 6 de marzo, se entrará ya en el Macizo Central, con tres subidas de 3ª categoría y un repecho de 1 kilómetro antes de la meta de Châtel-Guyon, a la que se llegará tras 210 kilómetros. La segunda parte de carrera se cerrará el día siguiente, el miércoles 7 con una CRI de 18 kilómetros en Saint-Étienne, nada sencilla, con un largo ascenso de 8 kilómetros hasta Saint-Héand y una durísima rampa a 4 kilómetros de meta.
El último día para sprinters será el 8 de marzo, en Sisteron con un recorrido montañoso decisivo de 165 kilómetros. El viernes 9 será un primer contacto con las cotas del sur, un circuito de 198 kilómetros hasta Vence, con cinco altos puntuables y, sobre todo, la brutal Côte de la Colle sur Loup a solo 10 kilómetros de una meta en ligera ascensión final.
El sábado 10 de marzo se hará una llegada de montaña en Valdeblore La Colmiane de 16 kilómetros, con cuatro ascensiones puntuables más en sus 175 kilómetros de recorrido, que incluyen el paso por Sainte-Baume a mitad de carrera. Y el domingo 11, tendrá lugar la clásica y emocionante etapa final en Niza, con seis subidas en solo 110 kilómetros y la gran novedad de que este año el Col d’Eze no es la última ascensión, sino que se pasa por el Col des Quatre Chemins justo antes de la bajada final.