Épica gesta la conseguida por los conquenses José Luis Martínez Fernández (Pepelu), Ángel Fernández Cañego (Chincheta) y Alejandro Rivas Rivera (Alexito), que comenzaba el pasado 12 de septiembre en la localidad de los Alpes italianos de Courmayeur y que culminaba el día 15 en la misma localidad, ya que hablamos del TOR DES GEANTS, una durísima prueba de Trail Running, que consta de 357kms y más de 27000 metros de desnivel positivo y otros tantos negativos, y que transcurre en torno al impresionante Valle de Aosta, pasando por las cercanías de las montañas más emblemáticas de los Alpes (Mont Blanc, Gran Paradiso, Cervino, Monte Rosa…).
Probablemente estemos hablando de la carrera mas dura del mundo en el formato que conocemos de carreras de Trail, con itinerario balizado, en semiautosuficiencia (avituallamientos cada 10kms aproximadamente), y realizada del tirón, con un tiempo máximo para acabarla de 150h.
La prueba arrancaba en dos tandas con unos 400 participantes en cada una de ellas, debido a las medidas COVID. En la primera, a las 10h del domingo día 12, tomaba la salida Alexito, que a la postre tuvo que abandonar la prueba en el km70 por problemas de sueño, un factor muy decisivo en este evento.
Lo que en un principio podía suponer un bajón de ánimo para el aguerrido corredor, éste, en un alarde de generosidad y compañerismo, supo darle la vuelta a la situación, y se dedicó ha hacer la asistencia a los otros dos corredores, y que resultó decisiva para que éstos acabaran esta gesta con gran éxito, ya que en esta carrera de tan larga duración y con una logística tan grande, la asistencia en avituallamientos y sobre todo en las bolsas de vida, es fundamental y desiva.
Posteriormente, a las 12h tomaban la salida los otros dos corredores conquenses, Pepelu y Chincheta.
Y así fue transcurriendo la carrera, día tras día, km a km, pasando por desniveles extremos, en muchos casos de casi 2000m seguidos, bajadas espeluznantes, zonas de extremada tecnicidad, porque recordemos que la prueba pasa por varios sitios de más de 3000m de altitud, y que gran parte de la prueba transcurre a más de 2000m.
Para añadir más dureza, la lluvia hizo aparición en el tercer y cuarto día de manera notable, dejando momentos extremadamente complicados entre el barro en las zonas de valles y la piedra mojada en las zonas de altitud.
Con apenas 6 ó 7 horas de sueño en los cuatro días, en los que las visiones hicieron aparición en algún momento y que supieron lidiar con mucho esfuerzo y fuerza mental, clave ésta fuerza mental para superar una prueba de esta magnitud, Pepelu y Chincheta cruzaban la meta en Courmayeur el jueves día 15. Pepelu en la impresionante posición 35 con 103h y Chincheta en una igualmente fantástica posición 38 una hora después, magníficos resultados habida cuenta de que eran 800 dorsales los que tomaron la salida y que llegaron poco más del 50%.
En cuanto a la organización, simplemente quitarse el sombrero, implicación total de las gentes del valle de Aosta, y que se desvivían por atender a los corredores, y siempre con una sonrisa en la boca. Sublime organización en un prueba de tamaña envergadura.