Tan solo un par de semanas después de alzarse con la séptima etapa de La Vuelta ciclista España 2022, el conquense Jesús Herrada ha podido saborear un triunfo ansiado, trabajado y, sobre todo, esperado: “fui a la vuelta con el objetivo de conseguir una victoria y pude hacerlo”.
Jesús, natural de Mota del Cuervo, no pudo contener las lágrimas al quedar primero en Cistierna: “Como se vio en imágenes, lo viví con mucha emoción. Fue una etapa muy dura, muy sufrida. Desde el inicio nos fuimos una fuga de seis corredores y al final luchamos mucho. Fue a 3 kilómetros de la meta cuando vimos que podía llegar la escapada. Luego como se vio en el sprint, hasta la línea de meta luchamos hasta el último momento”.
Y fue en ese instante cuando el deportista se desbordó, siendo consciente de lo que acababa de conseguir: “Costó mucho trabajo llegar. A veces no se puede explicar con palabras y explotas por la emoción, por la tensión acumulada en días así, sobre todo en esa etapa”.
En una milésima de segundo tiene que decidir atacar o esperar y con más acierto que titubeos, echó el resto: “Al final, las fuerzas llegan muy justas también. Los seis que íbamos teníamos nuestras opciones. Yo sabía que en grupos pequeños tenía posibilidades y esperé el último momento porque ya la recta final se hacía larga con todo el día en fuga. Pero salió”.
Menos fortuna tuvo en la etapa 17.ª. Quedó tercero en una carrera en la que pudo acabar primer de nuevo: “El final era más duro que la que gané. Esa etapa la tenía en mente y lo hice todo bien hasta prácticamente el final”. Aquí no controló el sprint final y la decisión lo castigó con un meritorio tercer puesto que pudo haber sido más: “Creo que lancé un ataque a 800 metros que quizás se me hizo largo conforme me iban las piernas. Tenía que haber esperado un poco más hasta el final. Así hubiese podido rematar mejor el sprint, pero nunca se sabe”.
Herrada se convirtió en el segundo ciclista español en ganar una etapa de esta Vuelta 2022 y reconoce que fue consciente de su transcendencia, aunque no pudo celebrarlo con la tranquilidad que se merece un logro así. “Al final no sabes quién va a ganar primero. Según viene hay que disfrutarlo y ya está. Yo lo disfruté mucho, pero estás tan metido en carrera que al día siguiente te toca otra etapa y te tienes que concentrar en esa etapa. Pero la tarde que gané sí que la disfruté, aunque luego te tienes que focalizar en lo que te queda”.
El ciclista necesita un tándem perfecto entre mente y cuerpo que es muy difícil de conseguir, pero que Herrada valora. “Es tan importante una cosa como la otra, más en una vuelta grande de 21 días. Por eso hay días para todo: algunos buenos, otros menos buenos y días en los que te vas a encontrar mejor. Hay que ir luchando día a día para conseguir los objetivos planteados y seguir adelante”.
En una competición tan extensa, los días de bajón llegan: “Sabes que los días malos van a venir y vas a sufrir. Al final sabes que tienes que aguantar ciertos momentos de sufrimiento. Pero sabes que eso se pasa y vendrán días mejores”.
Para acabar la temporada, Herrada viajará a Italia: “En principio tengo cuatro carreras en Italia desde finales de septiembre hasta principios de octubre. Si no pasa nada, acabaré el 8 de octubre en Lombardía. En octubre y noviembre descanso”.
Y en diciembre empezará de nuevo con la pretemporada. Pero antes le queda seguir saboreando un año fructífero en el que ha llevado Cuenca a lo más alto del podio.