Alberto Calero comenzó en el mundo del atletismo en el año 2014. “Al dejar el fútbol, con 16 años, comencé a hacer atletismo ya que veía que era “rapidillo” y empecé a destacar en el Club de Atletismo Criptana. Cuando me vine a Valencia fiché por el Playas de Castellón. Ahí comencé a ir a competiciones más importantes y quedé campeón de España en 2016, en 2017 tercero de España y luego tengo muchos títulos como el de campeón absoluto de 200 o subcampeón de 100. Tengo ya tantas medallas que ya no se donde meterlas” afirma Alberto.
El momento más especial que recuerda de su carrera deportiva “fue cuando quedé campeón de España, ya que el campeonato no se me dio muy bien individualmente y luego en relevo quedamos primeros. Además ese año fue bastante complicado porque fue mi primer año en Valencia y eso trajo muchos cambios. Otro de los momentos más especiales fue cuando me llamaron para ir a la República Checa el año pasado y quedé tercero de Europa con el relevo”. Entre sus peores momentos destaca la lesión que tuvo terminando el 2017. “En diciembre me rompí el isquio. Era cuando más fuerte estaba y en la primera carrera, a los 20 metros me rompí. Intenté forzar la maquinaria durante tres semanas intentando recuperarme rápido para los campeonatos que venían pero me lo volví a romper en enero otra vez. Por lo que decidí descansar y recuperarme bien. Fue en marzo cuando vi que podía correr bien y sin peligro”.
Alberto participa en la modalidad de velocidad. “Mi modalidad es la velocidad, 100 y 200 metros. Y mis mejores marcas son en 100 metros 10,64 segundos y en 200 metros 21,27 segundos” explica Calero.
Alberto lleva unos entrenamientos de entre 4 a 6 días semanales cada uno y asegura que lo que le motiva a realizar estos duros ejercicios es el “ver mejoría en mis marcas y despejar un poco la mente. Cuando no tengo entrenamiento y me veo bien, que no estoy cargado del día anterior me pongo a hacer algo de gimnasio. Cuando me noto cargado prefiero descansar y recuperar” señala. Además, Alberto debe cuidar también su dieta. “Voy a una nutricionista a la que cuento lo que voy comiendo y ella me va aconsejando para meter o quitar cosas. A mi si un día me apetece una pizza me la puedo comer perfectamente pero sin abusar. No llevo una dieta estricta” afirma.
Al estar estudiando en la Universidad, Alberto se ve en la obligación de repartirse el tiempo y opina que la mayor dificultad a la hora de compaginar los estudios con el atletismo es “el tiempo que tienes y el cansancio. Vienes muy cansado de entrenar y tienes que ponerte a estudiar y ya no te lo tomas igual que si tienes toda la tarde libre para hacerlo. Luego también hay que ver que las tardes que no entreno pienso que me voy a poner a tope a estudiar, y es como si me faltara algo que estoy acostumbrado a tener, por lo que, al final, yo creo que hago menos que los días que tengo entrenamientos”.
A pesar de todo, Alberto tiene claro que es posible lograr un equilibrio entre los estudios, el deporte y la vida social. “Organizándote tienes tiempo para todo. Primero tienes que cuadrarte los horarios. Yo intenté en la universidad ponerme las clases por la mañana para tener así la tarde libre para entrenar y estudiar. Respecto a la vida social, si te tienes que perder algún entrenamiento lo pierdes, pero organizándote bien, yendo un poco antes a entrenar, puedes salir luego un rato a cualquier sitio. Lo único que es que acabas reventado, pero hay tiempo para todo”. Además Alberto saca tiempo para sus hobbys fuera del deporte. “Me gusta mucho ir al cine e ir a echar alguna “pachanguilla” con los amigos” asegura.
Respecto a las facilidades para competir por parte de la Universidad, Alberto afirma que no obtiene muchas “ya que compito por mi cuenta. Pero si que hay competiciones que tienes que ir representando a la universidad, como el campeonato de España universitario y mi universidad al no tener muchos atletas no lleva a la gente a esas competiciones”.
A pesar de todo, Alberto no dudó en ningún momento dejar el atletismo al comenzar sus estudios. “Yo empecé estudiando Teleco y vi que no me gustaba por lo que estuve pensando todo el año en cambiarme de carrera con algo que estuviera relacionado con lo que a mi me gusta, que es el deporte. Y decidí empezar fisioterapia”.
Para la próxima temporada, Alberto no se marca un objetivo concreto. “Intento mejorar lo del año anterior. Me gusta ir sobre la marcha intentando mejorar” señala.
A pesar de que a veces es duro el compaginar los estudios con el deporte de alto nivel, Alberto aconseja a los jóvenes que pueden llegar a esta situación. “No os asustéis a la hora de decidir que si cogéis una carrera no vais a tener tiempo para entrenar tanto como quisierais ya que organizándose bien yo creo que hay tiempo para todo. Además ya no solo por entrenar, sino que también te sirve como una liberación para los estudios”.